//Acerca de//

Informe es un desdoblamiento dentro de otro. No tiene personalidad. Nace de una contradicción [de informe como exposición más precisa posible, a informe como forma vaga e indeterminada].

Sin embargo se fija al territorio. Y se fija en lo movedizo de las calles. Se mueve a gusto en el espacio de lo social. Ningún campo de la teoría social en particular. Gusta de retozar entre lo urbano y reivindicar lo rural, también dejar ver la asimilación de lo primero en lo segundo, y la posibilidad de hibridación entre ambos espacios.

Informe no es una máquina. Informe es cuasicósico. Informe quiere ser una pantera rosa, pero probablemente falta mucho para eso. No quiere ser un Tigretón, aunque también se come con los ojos. Quizá es mucho menos goloso.

La cotidianeidad es la base,  reapropiada en modelos en base a modelos analíticos pseudosociológicos, pero quizá más próxima al terreno de la tontería. La tontería no tiene limites, es un buen terreno para cultivar. Esta a gusto dentro del ámbito cultural, y en pijama ante el campo de las subculturas urbanas. La cotidianidad dentro del campo [sub]cultural visto desde una perspectiva social y dentro del territorio urbano sería un principio de definición de objetivos. Este será el vertedero en el que nadar. Aunque no cierra las piernas a casi nada. La coprofagia es lo que tiene.

En segundo lugar, para llegar a una definición de intenciones más próxima al fin perseguido, también sería importante valorar el modo de verter: Se trata de evitar formas fijas. Se da importancia a las nociones de resistencia y emancipación. Lo libertario -entendiéndolo desde una perspectiva lo más amplia posible- también es un altar (en cierta medida.